Mi espacio vital

El mes pasado me fui a Toulouse a ver a mi prima Alba y, entre tiempos muertos, me escapé a ver tiendas de patchwork y manualidades. Loca de mi, no se me ocurrió otra cosa que comprar la tabla de corte más grande que encontré y volverme con ella en brazos.

A mi favor diré que la encontré a mitad de precio que en Barcelona así que no pude resistirme :)

A mi vuelta a casa fui consciente de mi locura ya que mi escritorio no era lo suficientemente grande.

Hoy he matado dos pájaros de un tiro y tengo escritorio y base de corte nuevos :) He atornillado muchos clavos pero, por fin, tengo un buen escritorio para mi. Y para mis whasi tapes, mis telas, mi máquina de coser, mis recuerdos, mis fotografías y todo lo que me hace sentir bien.